jueves, 13 de septiembre de 2012

Hic et nunc: Aquí y ahora



Hola estimados lectores de todo el mundo, es increíble tener visitantes de Alemania, España o Rusia, por mencionar algunos, aunque por accidente caigan a este blog, gracias por darme un poco de su tiempo. Vuelvo con un nuevo artículo después de mucho tiempo, mis respetos para los blogueros que se esfuerzan por sacar contenidos cada semana, poco a poco quisiera formarme ese gran hábito.

En esta ocasión quisiera recordar uno de los principios básicos de los manuales de seducción, hablo del famoso “disfruta el momento”, creo al igual que como dice Álvaro Tineo en su libro “La anti-seducción”, por cierto es referencia básica para verdaderos seductores, que la mentalidad y actitud de disfrutar el momento no sólo aplica para ligar con chicas sino para cualquier ámbito de nuestras vidas.

¿Alguna vez nos ponemos a pensar que la vida es tan corta como para preocuparnos, para estar estresados? Conozco gente que se rige bajo la norma de “se vive para trabajar” en vez de “se trabaja para vivir”, incluso esta última yo la cambiaría por “se vive para vivir”, suena muy redundante pero realmente ¿Estamos disfrutando de nuestra vida? ¿Estamos en verdad viviendo? Y lo digo así en gerundio, viviendo, como una acción en presente continuo o estamos más bien viviendo en el pasado y en el futuro, más preocupados por lo que hicimos o por lo que vamos hacer que por lo que estamos haciendo.

Dice el gran motivador mexicano Omar Villalobos, estamos con la esposa, queriendo estar con la amante, estamos con la amante queriendo estar en el parque con los hijos, estamos en la escuela o el trabajo queriendo estar en casa, estamos en casa aburridos queriendo estar ocupados. Nuestro cuerpo está ahí pero nuestra mente no, jamás estamos cómodos en ningún lado porque nuestra mente simplemente no quiere estar ahí.

Debemos aprender, primero, a concentrarnos en lo que estamos haciendo, si voy a trabajar pues pongo mi mente en el trabajo y nada más, si voy a misa voy a concentrarme en lo que dice el sacerdote, si voy a un concierto voy a bailar y a cantar, si estoy haciendo el amor pues concentro toda mi mente y todo mi cuerpo en hacer el amor con quien estoy y nada de estarme imaginando que estoy con otras personas o en si tengo que pagar la renta. Se, que el principio suena muy sencillo,  pero si recordamos un poco la realidad sabemos que todo el tiempo nuestra mente tiene mil pensamiento a la vez, incluso te aseguro que mientras estás leyendo estas líneas estás pensando que vas a hacer cuando termines de leer, eso, si no es que ya te aburriste o desconcentraste y ya no llegaste a esta parte.

Ahora, el segundo punto es, no sólo se tratar de concentrarse en lo que estás haciendo sino también en disfrutarlo, y para esto ya depende mucho de lo que hagas y de tu percepción respecto a ello, si lo que haces no te gusta pregúntate ¿Por qué lo haces? ¿Porqué estas en un trabajo que no te gusta? ¿Vale la pena vivir desdichado y trabajar sólo por el dinero?

Antes de despedirme quisiera comentarles otro tip de cómo disfrutar el momento, y este es que no nos tomemos tan en serio a nosotros mismos, una cosa es darle la seriedad a las situaciones que en verdad lo requieran y otra es formarnos una idea de nosotros mismos muy seria, muy madura, de que nadie me puede decir nada porque ya me siento muy ofendido, a mi me pasó cuando empezaba a estudiar violín con chicos y chicas de menor edad que yo, adolescentes, siendo yo ya un adulto, aprendí que para disfrutar mi estancia con ellos debía simplemente desconectar mi “modo lógico” o mi modo “adulto aburrido” y hacer bromas, reírme, ser agradable, empático  y disfrutar el momento.

Me despido agradeciéndoles su tiempo y recordándoles que sean felices, sonrían mucho y vivan el presente.