La lección que más peso ha tenido en mí en los últimos tiempos ha sido
el aprender a dejar las cosas cuando ya no me hacen feliz. Lo aprendí cuando
una pareja que tuve rompió la relación y me dijo “Ya no me siento cómoda y así
no puedo ser la novia que tú te mereces”. Es valiente la persona que tiene la
sinceridad de dejar a otra si ya no la quiere, pero es aún más valiente quien
así lo acepta y saber seguir adelante, que no se aferra.
Debo reconocer que para mí fue duro porque en su momento también traté
de reconquistarla pero no pude recuperarla pues ella se mantuvo en su decisión,
en todo caso me siento satisfecho de haberlo intentado, y a su vez aprecio y
reconozco su enorme determinación para mantenerse firme, a la larga ha sido lo
mejor para ambos.
Pero lo que quiero resaltar es que hay un concepto que me ha servido
mucho cuando se trata de empezar o de seguir en una relación y ese es el
siguiente:
La otra persona debe tener, POR
LO MENOS, las mismas ganas de querer estar contigo que las que tienes tú de
estar con ella.
¿Para qué quieres a tu lado una persona que no te quiere? ¿En verdad
te conformas con que esté contigo sólo por compasión? ¿Por lástima? Ella no es
feliz y en el fondo y en el futuro tú tampoco lo vas a ser.
Esto nos lo enseñan mucho cuando empezamos a aprender de seducción, ya
que el problema de muchos hombres es que nos obsesionamos con una chica en
específico, que hacemos todo para conquistarla y al final no nos hacen ningún
caso, lo que pasa es que no se entiende que si la chica no quiere estar con
nosotros no tenemos porqué esforzarnos de más, sólo se pierde tiempo. Y lo
mismo aplica en las relaciones. El amor no se crea ni se destruye, sólo se
transforma. Si después de un tiempo el amor de pareja se transforma pues es el
momento de dar por terminada la relación para no perder tiempo valioso para
ambas personas.
Esta es una de las grandes lecciones que da la vida y aplica en ambos
sentidos, es decir, debes aprender a dejar a la persona cuando ya no la quieres
como antes, si no te sientes contento, si no te llena, pues es cruel que estés
con alguien sólo por pensar que si la dejas la harás sufrir, en realidad le
haces más daño porque en realidad no estás comprometido con la relación y entre
más tardes en terminar más grande será la decepción para esa persona cuando por
fin lo hagas. El otro sentido es que si es a ti a quien cortan pues igual debes
tener la madurez de aceptarlo, de ponerte en el lugar de la otra persona y
comprender por qué lo hace.
Además, si en realidad amas a una persona pero ella ya no quiere estar
contigo pues precisamente por ese gran amor debes dejarla ir, porque ella se va
para buscar ser feliz, o ¿prefieres que
esté a tu lado pero siendo infeliz? Eso sería muy egoísta de tu parte. El
amor no se trata de retener, el amor es libertad, el amor es anhelar la
felicidad del ser amado aunque no esté contigo, el amor es una decisión, la
decisión de estar al lado de alguien por voluntad, a nadie ni a nada puedes
retener, nada es tuyo realmente. Estamos aquí de de paso.
Esto aplica para todo en la vida, reconozcamos cuando es el momento de
renunciar a algo, de dejar ir a una persona, de cambiar lo que hacemos.
Tengamos el valor de avanzar y de cerrar ciclos, sólo de esa manera podremos crecer
como seres humanos y seguir nuestro maravilloso camino.
Ánimo y a
ser la mejor versión de ustedes mismos
No hay comentarios:
Publicar un comentario