¿Alguna vez se han disculpado contigo
pero sientes que no han sido sinceros en esas disculpas? ¿Has sentido que durante
una conversación la otra persona podría estar mintiendo? ¿Te da la impresión de
que le gustas a esa chica(o) por la forma en que te habla o te mira?, pues
todas estas situaciones no son casualidad ni obra de la imaginación, nuestro
cerebro de forma inconsciente puede captar enormes cantidades de información de
la persona que tenemos en frente sin que nos tenga que decir una sola palabra.
La disciplina que estudia los gestos, las posturas, el tono de voz, el
movimiento de piernas y manos, en sí, cualquier expresión del cuerpo con
excepción del lenguaje explícito, se le conoce como Lenguaje Corporal.
El lenguaje corporal o no verbal me
ha llamado la atención desde hace varios años e incluso es la primera de las
disciplinas de Educación Internacional que empecé a indagar desde mi paso por
la universidad. En aquel tiempo en una de las materias de turismo se analizaba
que al visitar otros países se debía cuidar la apariencia, las posturas y los comportamientos,
pues se podrían presentar malentendidos con los pobladores locales, por
ejemplo, en los países árabes es de mala educación mostrar la suela de los
zapatos como cuando te sientas y colocas una pierna encima de la otra, en los
mismos países árabes es de buena educación eructar de forma sonora despúes de comer en señal de
agradecimiento a los anfitriones, en el vaticano no se permite la entrada a mujeres que traigan
falda o vestido corto, la lista de ejemplos es tan extensa como culturas y
países existen en el mundo, pero estas situaciones son las que me llevaron a
interesarme por la importancia de nuestra apariencia y nuestra conducta
corporal ante los demás.
Ahora sé que el lenguaje corporal no
es sólo una cuestión culturalmente aprendida sino también fisiológica,
intelectual y emocional propia de cada individuo. El lenguaje corporal de
cualquier persona tiene su porqué en diversos factores y contextos. De esta
manera en el mundo social una persona puede mostrar una sonrisa realmente falsa
sólo por aparentar ante personas que tal vez no le agradan en el trabajo o si
interactúa con clientes cara a cara, por otro lado, la misma persona puede
mostrar una sonrisa auténtica si es que se siente realmente cómoda con las personas
con las que convive o por el simple hecho de que en su interior pasa por un
momento de alegría o de alta autoestima.
Si queremos saber con más exactitud
si esa sonrisa que nos brinda la cajera es auténtica o fingida, si intentamos
descifrar si le gustamos a esa chica(o), si buscamos darnos una idea más
cercana de si en verdad nos están mintiendo, si queremos conocer mejor a las
personas, ¿Por qué actúan como lo hacen? ¿Qué están pensando?, la mejor opción
es aprender lenguaje corporal, lo cual es lo más cercano a tener el súper-poder
de leer la mente de los demás.
Si eres hombre lamento decirte que
las mujeres tienen desarrollado este súper-poder, en comparación contigo, en
una escala de de 10 a 1, son muy hábiles para leer a las personas. Pero tampoco
te desanimes, esto lo puedes aprender igual o mejor que ellas porque incluso
ellas también pueden equivocarse o confundirse en la interpretación de lenguaje
no verbal. Los grandes secretos de las mujeres son LA OBSERVACIÓN, LA INTUICIÓN
y LA EMPATÍA, pero de eso hablaré después.
Seguiré en siguientes artículos
hablando sobre lenguaje corporal y varios de los fundamentos prácticos para
comenzar a proyectar una imagen de liderazgo y seguridad así como consejos para
aprender a leer a los demás.
Nota: Quiero aclarar que no soy
experto en lenguaje corporal pero es una disciplina que me apasiona y busco
compartir lo poco que he aprendido, si quieren aportar, recuerden que este es
un foro abierto y todos aprendemos de todos.
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